Tengo la alegría y el honor de compartir con vosotros una colaboración en forma de reflexión del escritor Arniel Levis, un compañero de fatigas en la revista gratuita GAY+ART.
CRITICA SOBRE LA VERDAD. Por: Arniel Levis
En un rompecabezas las piezas encajan perfectamente para dar vida a
una escena que bien puede reflejar la hermosura de una imagen, las piezas con
aristas únicas van encajando para poder colocar las próximas piezas en perfecto
orden, no se puede tratar de encajar piezas que no corresponden al lugar que
ocupan porque el tablero se va desfigurando hasta dar una mal hecha figura. Dando
como resultado escenas que no tienen lógica ni forma correcta y si nuestra terquedad continua, seguimos colocando estas piezas sobre
premisas falsas que lejos de aclarar el panorama va desfigurando aún más la
escena que queremos llegar a formar. El resultado en una obra falsa que hemos
construido en base a querer encajar a la fuerza piezas donde no van.
El rompecabezas va haciéndose más pesado porque hemos decido forzar
las piezas, y hemos buscado posibles soluciones a nuestra inicial traspié,
frustrados hemos escudriñados lugares diferente por dónde empezar, pero no
importa por donde lo tomemos si las base están malas y por lo tanto nuestro
rompecabezas nunca encajará. Como última solución buscamos las vías fáciles
tratando de negociar la correcta posición de las piezas basándonos en la pasión
y el deseo de que nuestra visión sea entendida, vendiendo nuestra alma y
enfrascándonos en inútiles diatribas
para poder justificar lo injustificable.
¿Y si la verdad como la el
rompecabezas debe ser construida en
bases sólidas para evitar que la colocación de piezas discordante vayan
torciéndose hasta dar un panorama nada agradable de nuestra propia vida?,
intentando encajar situaciones que no encajan y dando grandes discursos en pos
de justificar nuestra propio descalabro mental, la verdad como habito iría
dando al tras luz de un escenario firme un rompecabezas que tiene cierta lógica,
puestos nuestras premisas tiene el sentido estricto de la realidad y esta a su
vez permite la colocación de las piezas exactas que encajen y vayan ampliando
un rompecabezas bien hecho, que no necesita mayores explicaciones que las de
presentar una imagen diáfana de lo que somos, una imagen clara de los que anhelamos
y el respeto por quienes nos rodean.
La verdad no necesita presentación ni mayores explicaciones, brilla
con una luz propia y esto hasta un niño lo sabe, porque con escrupulosa visión
ha puesto el mayor empeño en tratar de que su rompecabezas no se distorsione, y
hay un brillo en sus ojos una vez colocada la última pieza de su gran obra, se
siente realizado y feliz del trabajo bien hecho. Hay un deseo por continuar
viviendo y realizando obras de mayores envergaduras, su verdad ha sido puesta
siguiendo el más estricto orden de un sentido crítico y de duda ante las cosas
que no entiende, cambiando nuevos esquemas para adaptar la verdad a como se
produzca en un momento dado y no a un pensamiento previo y obstinado de lo que
fue su verdad alguna vez. Cambiando esquemas, cediendo en opiniones,
desglosando maneras de pensar y buscando en único norte que lo satisfacer, la
verdad plena y la felicidad como medio de trasporte en donde transitar el mundo.
El hábito de la verdad.
Saludos a todos.. me considero amante de la verdad... A Villa gracias por el espacio...
ResponderEliminarGracias a ti por tu colaboración, tus puntos de vista y tiempo dedicado. Un fuerte abrazo Arniel
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