viernes, 28 de junio de 2013

Reflexiones: Amigos y circunstancias




Reflexiones: Amigos y circunstancias


Hoy es el el Día del Orgullo Gay y creo algo tiene que ver. Hace unos jornadas, mientras miraba mi lista de contactos del MSN que ya se unificaron con Skype, pensaba que muchas de las personas con las cuales uno se relaciona y se toma el atrevimiento de llamarlos Amigos no son mas que Amigos circunstanciales…La amistad es un vínculo afectivo que nace, se mantiene y se fortalece por voluntad de dos o más personas con intereses comunes. Esta relación interpersonal puede darse en cualquier etapa de la vida de un ser humano, pero no siempre poseen el mismo grado de importancia y trascendencia.

¿Por qué? Porque las circunstancias de la vida llevaron a que uno tenga mas relación con esas personas en un determinado momento compartiendo muchas cosas y uno les da la categoría de amigos, en la mayoría de las ocasiones de una manera demasiado ligera. Entran en juego otros conceptos de amistad como, por ejemplo, el de “amigos por conveniencia” (relación que, en realidad, no honra al verdadero significado de la amistad porque no está impulsada por buenas intenciones ni posee un carácter desinteresado sino que contempla la idea consciente o inconsciente de acercarse a alguien sólo para obtener algún tipo de beneficio personal). Tampoco se puede dejar de mencionar en este contexto a la denominada “amistad con derechos”, una modalidad que combina amistad con atracción física y amor pero no exige ninguna clase de compromiso entre las partes.

No digo que este mal. Todo lo contrario pero creo que la amistad es mucho mas que eso y que concedemos una categoría de relaciones personales de manera apresurada sin ser muy conscientes de lo que hacemos. He aquí algunos perfiles bien definidos de tipos de amigos que he ido teniendo: 

Compañeros de trabajo: Esta relación es importante ya que se ha comprobado que tener un amigo en el trabajo incrementa la productividad; no es ningún misterio, a todo el mundo le gusta más trabajar en un ambiente laboral con buen "rollito" antes que estar entre puñales mientras tiene que cumplir con su tarea. Con ellos se puede establecer una relación de apoyo mutuo dentro del empleo, para que se pueda trabajar bien, sin embargo -hasta que la relación de síntomas de poder estrecharse siendo ambas personas aptas emocionalmente para tratarse- se puede buscar una relación fuera del empleo pero entonces yo no serian compañeros de trabajo. Un compañero de trabajo es alguien con quien es mejor llevarse bien pero no es nada prudente compartir los problemas que se tienen con el jefe o los compañeros; nada de criticar a los demás aunque te caigan mal, eso es un grave error al igual que compartir los planes personales y las miserias. 

Compañero de facultad o escuela: Se puede comentar la mala nota que puso la profesora, la verruga que luce encima del labio, o el culo tan gordo que tiene la hija de puta. No sólo se comparten los problemas de los estudios, la vida del estudiante, sino que se resuelven dudas y se tiene a una persona en la cual apoyarse cuando las cosas se vuelven difíciles. 

Unidos por el hobby: Son amistades para compartir una afición, pero no para tratar temas personales profundos, son perfectos para salir al cine, para hacer deporte pero no para abrir nuestro corazón. 

El amigo psicólogo: Es el amigo que escucha los problemas de los demás, que trata de animar a la gente quejica que se encuentra algo depresiva y comparte sus miserias. Es un buen oyente y trata de contestar de forma sincera y honesta aunque pueda molestar al decir verdades incómodas para la persona que cuenta sus problemas. 

Amigos para siempre: por encima de todas las categorías está aquel que se conoce de por vida, desde la infancia hasta la tumba, con el que se ha compartido las vivencias más tristes y las más felices, que conoce los detalles de la biografía de una persona y entiende lo que siente la persona con muy pocas palabras o miradas. Para mantener una amistad no hay que ser una persona de grandes gestos, sino alguien que sea capaz de regar la rosa cada dia, cuidando la amistad. Las amistades para siempre mantienen viva la memoria del pasado compartido y se transforman, con el tiempo, en algo mucho más grande que sólo un amigo, aunque las personas van cambiando su forma de ser, teniendo más compromisos, tratan de mantener la amistad. Un ejemplo de este tipo de amistad son Los Solfamidas, compuesto por Homer Simpson, Apu Nahassamapetila, Barney Gamble o Seymour Skinner (Armin Tanzarian) y anteriormente con el policia Clansey Wiggum. Formaron grupo musical cuando eran mucho más jóvenes y pese a lo que ocurra durante el año, se siguen reuniendo en la azotea para cantar, al menos alguna vez cada año. 

Amigos fiesteros: Son amistades cuyos limites los marcan las salidas nocturnas, pueden ser un grupo de animales nocturnos siempre cambiantes y que se reúnen para salir a discotecas, tomar copas o ir a fiestas pero no son amigos que se apoyen o se cuenten las penas mientras las ahoga el alcohol. 

Amistades intermitentes: Son amigos que han sido amigos y que por algún motivo real han dejado de verse en varios años, en bastante tiempo. Por ejemplo unos amigos pueden separarse si uno de ellos se muda a un país lejano por motivos laborales o de estudios pero aunque pasen meses o algunos años pueden seguir siendo amigos cuando vuelvan a encontrarse. 

Amigos ciberneticos: Son amistades a través de Internet, en chats para depresivos, foros o comunidades de ligue. Generalmente es lo más prudente que estos amigos mantengan su afinidad por Internet y esto no ser traslade fuera de la red, sobretodo si has mentido o has tratado de ir de cool. Si queremos que la amistad se mantenga fuera de Internet es importante ser honesto y mostrarnos como realmente somos para no fracasar después en la vida real, no tener un dualismo Internet/Vida cotidiana si pensamos en traspasar la red y conocernos mejor. Estas experiencias más interactivas pueden llegar a ser muy gratificantes en algunas ocasiones. Sin embargo este tipo de amistades ciberneticas alcanzan el patetismo absoluto en las redes sociales donde mucha gente se pelea por tener el mayor número de amigos virtuales, que únicamente son un contador numérico que va aumentando pero de amistad, nada de nada salvo con un pequeño grupo. 

En conclusión, hay muchos tipos de amigos, muchas amistades por descubrir y disfrutar, muchos más tipos de amigos de los que aquí he tratado, por no hablar de los "follamigos".
Entre tanta variedad hay pocos amigos "para todo", para lo que haga falta. Por eso es bueno reconocer las limitaciones, los pros y contras, lo que nos ofrece y lo que no nos ofrece cada relación de amistad, conocernos a nosotros mismos y al prójimo después para saber si la cosa puede funcionar dentro del los limites marcados para no dar ni recibir daño emocional. No seamos necios, ni digamos que nos traicionaron si no supimos evaluar el tipo de amistad que manejábamos.


De mi lista de contactos actualmente hay conectadas veintidós personas, de las cuales no estoy hablando con ninguna.. Y con algunas ya perdí contacto hace mucho tiempo. Hace meses que no hablamos y no creo que volvamos a hablar. De cuando en cuando les fui dejando algún mensaje, pero ante el silencio he dejado de hacerlo. Pero entonces...¿Por qué están ahí?

Y no me baso solamente en la lista del MSN, no soy tan hueco de pensar en la amistad solo por ese lado virtual. Pero si empiezo a recorrer la lista de mi teléfono móvil o de las redes sociales  sucede lo mismo… Veo nombres y caras de personas a las que hace meses o años que no veo o que ya ni recuerdo-algunos de ellos fugaces amantes- pero tampoco tengo ganas de apretar el botón verde para llamarlos y decirles: ¡Hola! ¿Como estas? ¡Tanto tiempo! 

No, porque fueron amigos -o polvos- en ciertas circunstancias de mi vida y/o de su vida; ahora cada uno va por caminos diferentes. Tienen otras actividades, otros amigos, otros revolcones y esta bien así como esta… Todo llegó hasta donde llegó y la propia autoestima exige que no se esté pendiente de quien no es capaz de hacer lo mismo por uno:


-No dediques tiempo a quien no lo valora.
-No dediques letras a quien no las lee.
-No dediques amor a quien no lo merece.
-No dediques búsqueda a quien no te busca.


¿Por qué presentarme yo, un amigo del pasado a modificar eso? Es mejor dejar las cosas así como están en algunas ocasiones y ser consciente de que aferrarse a las relaciones interpersonales es algo inútil.

Mis amigos de este momento son pocos pero los valoro mucho, como lo hice con todos mis amigos circunstanciales. Por supuesto que están esos amigos que uno dice: estos son amigos de verdad. Pero no tengo miedo de que un día nos distanciemos y pasen a ser solo amigos circunstanciales.  Seguro que dolerá al principio y que me preguntaré como sucedió; hasta que punto hay responsabilidad por mi parte y/o en el otro. Mientras tanto disfruto de tenerlos, hablar con ellos, contarnos hasta las cosas mas intimas, saber que están ahí cuando uno los necesita. Así sea un miércoles a las dos de la madrugada para contarnos algo, o para salir un viernes en la noche.

También están los que nunca consideré amigos. Los de estudios de adolescente. A esos si que nunca los consideré amigos: nunca pude compartir nada importante con ellos. No me inspiraban la confianza necesaria como para yo contarles algo importante de mi vida, como por ejemplo el hecho de ser gay… Generalmente nos soportábamos cortesmente por tener que compartir de manera obligatoria un tiempo y un espacio. Lo mismo puedo argumentar de algunos compañeros de trabajo.

Hace un tiempo, después de casi tres años de no vernos y ni siquiera hablarnos, le conté a una de mis amigas laborales de antaño que "entendía", que en ese momento estaba con una potencial pareja y "bla bla bla" ... Lo único que hizo fue darme la espalda y no hablarme nunca más. No me afectó en lo mas mínimo; simplemente era algo que quería compartir con ella para ser yo mismo pero su respuesta ante eso me hizo ver que realmente nunca fue amiga e hice bien en nunca considerarla amiga. Muy posiblemente fue a causa de uno de mis particulares y personales Días del Orgullo Gay no limitados al 28 de junio.

En conclusión… Adoro a mis amigos, circunstanciales o no.. Los adoro... Comparto muchas cosas con ellos y estoy feliz de tenerlos; ahí están y tal vez mañana no lo estén o no sean mis amigos pero en el presente los adoro. Son como mariposas que se posan en mi y dan color a mi arcoiris, alas a mi existencia; algunas salen espantadas ante un ligero movimiento, otras permanecen tranquilas.

viernes, 21 de junio de 2013

Reflexiones :El perdón.



REFLEXIONES: EL PERDÓN


Según Wikipedia:El perdón es la acción por la que una persona, el perdonante, que estima haber sufrido una ofensa, decide, bien a petición del ofensor o espontáneamente, no sentir resentimiento hacia el ofensor o hacer cesar su ira o indignación contra el mismo, renunciando eventualmente a vengarse, o reclamar un justo castigo o restitución, optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden afectadas o queden menos afectadas. El perdonante no "hace justicia" con su concesión del perdón, sino que renuncia a la justicia al renunciar a la venganza, o al justo castigo o compensación, en aras de intereses superiores. El perdón no debe confundirse con el olvido de la ofensa recibida. Quien la olvida no perdona, pues no adopta una decisión de perdonar. Tampoco perdona quien no se siente ofendido por lo que otras personas considerarían una ofensa.Tampoco perdona quien deja de sentirse ofendido tras las explicaciones del presunto ofensor que hacen ver la inexistencia originaria de ofensa alguna. El perdón es obviamente un beneficio para el perdonado, pero también sirve al perdonante (que también está interesado en ver recompuestas total o parcialmente sus relaciones con el ofensor y en ocasiones cumple al perdonar una obligación moral o religiosa) y a la sociedad, pues contribuye a la paz y cohesión sociales y evita espirales de venganzas, motivo por el que religiones y diversas corrientes filosóficas lo recomiendan.
También se habla en un sentido impropio de perdonar un castigo, una deuda u otro tipo de obligación, en el sentido de renunciar a exigirla.

REFLEXIONES: EL PERDÓN

Al crecer, el perdón siempre fue un problema latente para mí. Fue una de esas cosas que yo sabía que tenía que hacer pero ¡siempre parecía tan difícil!. La teoría es muy simple: desde un punto de vista cristiano Dios me perdona al devolver el favor a los demás. Es como una de esas cadenas de mensajes de correo electrónico que utilizan para recibir bendiciones: 
"Has sido elegido para una dosis extra de felicidad y alegría hoy, así que una vez que recibas este e-mail tienes un plazo de una semana para reenviarlo a otras personas para asegurar que recibes tu dosis extra de la felicidad "

Recibo el perdón, lo paso a todas las demás personas a las que el destino ha enviado a mi vida hasta hoy en día, sólo con el propósito de enseñarme perdón y ellos, a su vez, se supone que perdonaran a otras personas y así sucesivamente.

La teoría tiene la misma sencillez que la venta piramidal. Los aspectos prácticos fueron siempre más complejos. Yo era el chico escuálido para quien matones tenían una atracción fatal y por mucho que traté de seguir el ejemplo de Cristo, que perdonó a sus enemigos en la cruz, los matones no parecían apreciar mi ejemplo "cristiano", y lo viví como otra oportunidad de actualizar las cualificaciones de sus técnicas de intimidación y agresión.

Así que crecí, deseando desesperadamente perdonar a la gente pero al mismo tiempo mi lista de desaires contra mí creció más y mi enojo hacia ellos aumentó más oscuro. Todos tenemos esas listas más o menos elaboradas. La pareja que hace algo intencionalmente para molestarnos cuando le hemos dicho lo mucho que nos irrita, los "ex" que nos engañaron de una manera u otra, la familia que no nos escuchaba lo suficiente cuando estábamos tratando de tener una ducha en paz o que estaban allí hablando y hablando y hablando como si no existiéramos. Luego estaba el amigo que no nos invitó a la película que fueron a ver. Invitaron a otro amigo que realmente "no es tan cultivado como nosotros". Así que la lista de ofensas reales o percibidas en contra de nosotros crece en nuestra mente.

El perdón no es principalmente algo acerca de Dios o las religiones, ni se trata de perdonar a los demás; el perdón es ante todo para sí mismo. 

¿Cómo podemos aprender a perdonarnos a nosotros mismos? Es aprender a actuar con bondad amorosa hacia nuestra persona. La mayoría de las tradiciones religiosas o filosóficas hablan de bondad. En el judaísmo es "jesed" en el cristianismo, "misericordia", en el budismo es " meta ". Es aprender a ser compasivos con nosotros mismos y un amigo de nosotros mismos. En algunas comunidades jurídicas anglosajonas existe lo que se conoce como un "amigo de McKenzie". Se trata en general de una persona individual -no legal- que asistirá a otro litigante no representado ante el tribunal.

Bondad es ser tu propio amigo McKenzie: "En un principio, puede ser difícil ofrecer amor a uno mismo; para muchos puede desencadenar sentimientos de vergüenza e indignidad..."

Es debido a estos sentimientos de vergüenza e indignidad que tenemos debemos ser nuestro propio amigo de McKenzie. Estos sentimientos a menudo significan que nos juzgamos con demasiada dureza. En nuestro temor de ser imperfectos nos exigimos la perfección y luego a su vez de otros. Exigimos el amante perfecto, la pareja perfecta, la familia perfecta, el cuerpo perfecto, el trabajo perfecto, el coche perfecto y la casa perfecta. En nuestros intentos de perfección escondemos la vergüenza y el miedo que provoca nuestra imperfección, nuestra inseguridad, nuestro ego malherido. 

Me sorprendo cuando veo a algunas personas con sus mascotas imperfectas. Sus cachorros pueden masticar a través de los zapatos de diseño, orinar en sus exclusivas alfombras y todavía son amados. Los gatos pueden afilar sus garras en salones cubiertos de cuero y saben que aún pueden acurrucarse en el regazo de sus propietarios, contentos ronroneando. Si sólo nos mostráramos las mismas atenciones que concedemos a nuestras mascotas podríamos descansar en la simple aceptación de que, si bien no somos perfectos en nuestra imperfección somos maravillosos. 

En esta semana habrá momentos en los que nos sentiremos frustrados si las cosas no van bien y ser un amigo McKenzie para uno mismo en medio de la frustración nos puede ayudar a demostrar un poco de misericordia. Cuando nos sentimos tristes podemos respirar un poco de bondad por nosotros mismos en la tristeza. Cuando nos sintamos avergonzados e indignos, acordémonos de respirar un poco de bondad en la inseguridad o vergüenza. No tratemos de superar estos sentimientos tal cual, negarlos y suprimirlos; hay que notarlos y con cada inspiración podemos pensar:
"Yo respiro en mí mismo misericordia y el perdón para mí". Al principio nos sentiremos tontos y tenderemos a apartar esta respuesta, pero con el tiempo se convierte en un sentimiento real a base de repetirlo.

El perdón comienza con nosotros y para nosotros antes de que sea para la otra persona. El perdón es la misericordia persistente hacia nosotros mismos mediante la cual aprendemos a descansar en la simple aceptación de que, si bien no somos perfectos en nuestra imperfección somos maravillosos. El perdón es la suavidad diaria persistente con nosotros mismos por lo que todo lo que estamos sintiendo, o pasar por aprender a darnos un capricho con compasión y cuidado.

Sin embargo, también es cierto que el perdón es una determinación feroz, además de ser una dulzura persistente hacia nosotros mismos. Se trata de una feroz determinación deliberada de no hipotecar nuestro futuro a los desaires del pasado.

Todos tenemos la experiencia de gente que nos decepcionó, todos hemos experimentado el dolor del rechazo. Estos pueden ser algunos ejemplo: Sabemos lo que es vivir con la sensación de ser una decepción para nuestros padres. Sabemos que el dolor de nuestros padres en ocasiones nos mira con disgusto frío, como si fuéramos un paquete de guisantes recién sacado del congelador. Sabemos lo que se siente al tener amantes o parejas que nos engañan al decirnos que nos aman y a la vez rechazan lo que somos porque han encontrado una nueva atracción. Estas heridas y dolores se acumulan con los años. Nos decimos a nosotros mismos y otros que hemos superado el dolor y el rechazo sin embargo, la intensidad de la memoria consciente o inconsciente contrasta con lo que decimos. Así que seguimos diciendo, con la esperanza en la repetición, que se convertirá en una realidad. En verdad, cada vez que repetimos la historia de dolor o rechazo nos unimos a esa historia con los cuerdas más fuertes. Ahora, no me malinterpretéis. En un sentido "terapéutico" hay que repetir las historias de nuestro dolor para sanar. Sin embargo, hay una diferencia entre una historia para sanar y repetir una historia para revivir el dolor. ¿Cuál es la diferencia?

Al repetir una historia para curar tenemos una persona de confianza -o un consejero si así lo hemos escogido- que nos rinda cuentas. Ellos nos harán responsables por la parte que hemos jugado en nuestro propio dolor. Es una forma de encontrar la manera de redimir la pena, por lo que se convierte en un elemento fundamental para el crecimiento y el desarrollo. La repetición de una historia de dolor, de revivir el dolor no es más que eso. Nos decimos a nosotros mismos y los demás que no tienen la culpa -o si-, que somos víctimas inocentes de los destinos de nuestras vidas. En esta repetición nos unimos más y más fuerte de la historia de nuestro dolor. En la mitología griega es la historia de Prometeo, un hombre que robó el fuego a los dioses y que como castigo fue encadenado a las rocas; cada día su hígado sería devorado por un águila, y cada noche volvería a crecer sólo para volver a ser comido el día siguiente.

Así que muchos de nosotros somos como Prometeo, revivimos nuestro dolor día tras día sin ningún tipo de rescate o liberación. Seguimos repitiendo las mismas historias, los mismos incidentes y nuestras vidas están definidas por las crueldades de los demás hacia nosotros.

Aquí es donde el feroz perdón entra en juego. Nos negamos a seguir reviviendo nuestro pasado. Determinamos a no hipotecar nuestra oportunidad de futuro de felicidad por los pasados de rechazo, de ser tratados como algo sin valor. Esto no es negar el dolor del pasado. Perdón fiero no es endulzar el pasado, reconoce el rechazo que se ha producido o que que creemos haber sentido. Reconoce el incesto, los límites que nunca tenía que haber sido traspasados, reconoce el abuso, la violación, los malos tratos, los desaires, la falta de amor o compasión, el dolor que produjo lo que "no debería haber ocurrido". No niega la realidad de estas cosas, sin embargo, en el reconocimiento de los hechos va un paso más allá. 

Somos más que nuestras historias y el perdón feroz reconoce este hecho. Lo que pudo haber ocurrido en nuestro pasado nos impide vivir nuestro presente. Ese perdón es la negativa a ser definido, limitado y condenado por nuestro pasado.

El perdón comienza con la compasión persistente hacia nosotros mismos, por lo que aprendemos a tratarnos con amabilidad todos los días y que se convierte en una férrea determinación de liberarnos de las heridas que hemos experimentado.

Es por esta razón por la que perdonamos. No por y para la otra persona. Es para reclamar nuestro futuro y para aprender a vivir en la plenitud de todo lo que somos en el momento presente.















martes, 4 de junio de 2013

VÍDEO DE LA LECTURA DE "EL HERRERO LOCO DE MAYRIT"






EN LA ANTIGUA MAYRIT DE LOS ÁRABES (MADRID) UN HERRERO MALDECIDO POR LA ESTRELLA BINARIA ALGOL ES CAPAZ DE CAMBIAR LOS DESIGNIOS DEL PROPIO ALÁ.

EL HERRERO LOCO DE MAYRIT








sábado, 1 de junio de 2013

Reflexiones: Mi casa y yo


Reflexiones: Mi casa yo 



Sucede que muchas veces el renovarse no es fácil es dejar tendencias pasadas,ir dejando lo que estorba y no hace bien en nuestra vida. 


REFLEXIONES: MI CASA Y YO





Decidí que me pintaran la casa, mover muebles y cosas en mi hogar; reorganizar carpetas, decoraciones, ropa...De pronto me vi envuelto en un caos en el que todavía, al cabo de semanas, me tengo que desenvolver, especialmente ante detalles más pequeños. Dicen que al hacerlo se mueven energías y debe ser así. Lo que es un hecho es que se mueven emociones y no siempre es cómodo. Abrí carpetas y cajones que por mucho tiempo estuvieron cerrados. Tanto, que ni siquiera recordaba lo que había en ellos. Algunas cosas me emocionaron y otras me hicieron darme cuenta por qué algo en mi se sentía incómodo, apretado y pesado. La idea al volverlos a abrir era tirar muchas cosas que ya no sirvieran, que me permitieran hacer espacio. Y si, muchas cosas se fueron, pero recordar me hizo bien. 

¿Significará que ya me estoy haciendo viejo? Ahora entiendo por qué las casas de los papás y abuelitos parecen museos vivientes Ja, ja, ja. ¿O más bien será que hoy le tengo muchísimo cariño a todos mis recuerdos? Si te mueves entre recuerdos es que no hay mucho presente que vivir.

Encontré cosas que me hicieron recordar las veces que me hicieron llorar y también cuando me tocó ser el villano de mi propia película en la que siempre fui uno de los protagonistas; indudablemente en nuestro pasado ocupamos un doble papel: el de victima y victimario.Generalmente nos es más cómodo escoger uno...

Cuando estaban los cajones volteados de cabeza, las cajas abiertas y el contenido de las carpetas disperso toda mi vida estaba literalmente en el suelo. Si, ahí expuesta ante mi. Lo único que hice fue ir sacudiendo emociones con más o menos dificultad, ordenando y acomodando todo en un distinto lugar. ¡Gran parte de mi se sentía bien!.Es más, hubo cosas que del cajón pasaron a las estanterías, y de las estanterías a cajas colocadas delicadamente al lado de los cubos de la basura con el deseo de que pudieran ser recicladas y aprovechadas por otros en su presente, como es el caso de cientos de libros.

Hubo momentos que empecé a ver como mis trofeos. Claro que también llené muchas veces las bolsas de la basura de momentos que de algo sirvieron pero ya no quiero ni me interesan. ¡Es bueno deshacerme de eso porque tengo ahora mucho espacio para que lleguen cosas nuevas! Algunos pueden pensar que el cambio no ha sido tan grande o que debo continuar; que me he quedado corto. Para algunos detalles menores necesito más tiempo para despedirme, a algunos debo darles las gracias por lo que me aportaron; de otros me he desecho "precipitadamente" cuando en el presente podían haber sido útiles para otras personas. De todas formas es mi casa y en ella soy dueño y señor de lo que entra, lo que sale y permanece como reflejo de la gente o experiencias que pasan por mi vida.

Un “lo siento” a la gente que alguna vez lastimé. Creed que hice lo mejor que pude en ese momento, aunque no haya parecido suficiente. Y aplico lo mismo a quienes me lastimaron. Así que ahí quedó y todos en paz. Al final, todo pasa y no pasa nada. Bueno, si pasa. Pasa que gracias a todo lo que nos atrevemos a vivir, a equivocarnos, a arriesgarnos, a todos esos saltos de cama en cama, a todas esas emociones de peligro, hoy mi vida me sabe mejor. En ocasiones puedo de pronto cerrar los ojos y reírme en silencio de mis maldades, mis secretos, mis deseos, perversiones y aplicarlos de una forma diferente ¡que ahora si me hagan feliz!. Intento ir por la vida siendo transparente porque aunque parezca contradictorio, eso me regala mis propios secretos. La gente puede ver y juzgar todo lo que uno hace y deshace, pero sólo los inteligentes llegan a leer entre líneas la verdad de las cosas. “Hay quienes se conforman con la apariencia y hay quienes se atreven a rascar la esencia, aunque no sean demasiados en mi caso”. Por lo mismo, habrá muchos que se asusten y hasta me crean contradictorio, algo desquiciado. Pero esos no me importan demasiado. Me importa quien se atreva a abrir más mis alas, quien me anime a reírme más, a preocuparme menos y a hacer más travesuras juntos. He de reconocer que me gustaría despertar una sensación similar en otros...; no se si es reafirmar la autoestima o alimentar un poco el ego. El caso es que es que relacionarse desde nuevos esquemas desconcierta a uno mismo y, por ende, a los demás.

¿Qué es nuestra libertad, el libre albedrío si no la oportunidad de acertar y equivocarnos? Pero para eso hay que atreverse a “vivir” y en estos momentos mi vida ya no está en el suelo totalmente. Cabe mencionar que “se necesitan cojones para acomodar los cajones”. En mi caso no está siendo tan sencillo en todo momento pero se que es lo que tengo que hacer hasta donde pueda, hasta que sea capaz de hacer una limpieza aún más profunda.

Mi casa y yo estamos más o menos ordenados; ahora toca ponerme mono, traspasar la puerta y estar atento a lo que el resto del mundo me depara.