Reflexiones: Parejas abiertas.
De seguro ya has escuchado el término en inglés “Open Relationships”…o sea, relaciones abiertas. Si no conoces este término, pues es muy sencillo, son relaciones donde ambas partes deciden abrir la relación -por lo regular sólo la parte sexual- a otras personas o parejas. Sencillamente se permiten tener sexo con terceros manteniendo aún su relación amorosa y compromiso de pareja.
En mis años de experiencia en el mundo gay, en cierto modo, he observado y estudiado este tipo de relaciones. Sé que para la mayoría de las personas esto es algo inverosímil, sin embargo mediante la observación y cuestionamiento a estas parejas he podido entender sus motivos y las extensas variaciones dentro de este tipo de relaciones. He observado que a grandes rasgos, todas las relaciones se pueden dividir en tres grupos: Los Monógamos, los que llevan Relaciones Abiertas y los que prefieren Relaciones de Consentimiento. Digo a grandes rasgos pues igual que en nuestro arco iris de sexualidad, la variedad y tipos de relaciones va mucho más allá del blanco y del negro; existen de formas tan variadas como parejas hay en el mundo.
“Las relaciones monógamas” son las más comunes y convencionales, son las parejas que sólo tienen sexo entre ellos, por lo regular son sólo dos personas, aunque existen relaciones monógamas entre tres o más. “Las relaciones abiertas”, son las que se permiten sexo con terceros fuera de la relación principal en cualquier momento, ya sea juntos o separados, por lo regular sin reglas de juego. “Y las relaciones de consentimiento” son aquellas donde se permite el sexo fuera de la relación o en conjunto con la pareja pero de acuerdo a ciertas reglas o normas establecidas por ambos dentro de la relación.
Dentro de la comunidad gay, la variedad entre estos tres grupos es enorme. Lo importante al final no es lo que yo diga o digan los demás, sino lo que funcione y haga feliz a cada pareja. Por lo regular los gustos de cada persona cambian según pasa el tiempo y tiene más experiencia en el mundo de las relaciones. Hay parejas que han comenzado siendo monógamos, han llegado al extremo de ser totalmente abiertos y luego han llegado a algún tipo de relación consensual y viceversa. No hay fórmulas precisas de cómo se llega de un lugar a otro. Lo importante es que ambos en la pareja estén de acuerdo y lo disfruten por igual. En ocasiones suele proponerlo una de las partes y, la otra, con más o menos convencimiento, suele acceder para no perder a su compañero. Esta situación, a corto o medio plazo, si no está bien canalizada, puede crear no pocos conflictos emocionales e inseguridades. Dependiendo de la pareja, esta puede llegar a abocarse a la ruptura.
Como dato curioso meramente me baso en mis charlas con mis amigos personales y amigos del facebook. Las relaciones que menos han funcionado y que más problemas han traído a una pareja son las enteramente abiertas, ya que al no haber reglas de juego y todo estar permitido, la energía de la relación se ha diluido tanto que el compromiso inicial de pareja se ha perdido con el tiempo. En otras ocasiones el sexo con terceros se ha vuelto el foco de la relación, perdiéndose así en muchos casos el amor íntegro de pareja. Los celos o llegar a cuestionarse que lugar ocupa una de las partes en la vida del otro suele ser usual en un momento determinado. No niego haber conocido parejas con relaciones totalmente abiertas a las que si les ha funcionado, aunque todos me han comentado la cantidad de problemas que han enfrentado para hacerla coherente, plena y equilibrada.
Nunca se puede decir "de este agua no beberé" o "este cura no es mi padre" pero, hoy por hoy, reconozco que yo no me siento capaz o preparado para este tipo de opción, tan personal y respetable como cualquier otra, siempre y cuando sea en bien de la paz, equilibrio y crecimiento personal de la relación.
Nunca se puede decir "de este agua no beberé" o "este cura no es mi padre" pero, hoy por hoy, reconozco que yo no me siento capaz o preparado para este tipo de opción, tan personal y respetable como cualquier otra, siempre y cuando sea en bien de la paz, equilibrio y crecimiento personal de la relación.