Uno de mis seguidores en Latino-América me pidió que abarcara este tema e intentado complacerlo.
Un saludo Kevin Luis.
ESCUCHÁNDOME A MI MISMO Y NO A EVO.
Hace unos días, concretamente
hace un par de semanas, un acontecimiento muy bello tuvo lugar en mi vida. Fue
algo inesperado que llegó sin ni siquiera imaginarlo o buscarlo. Me dejé llevar, permití
que fluyera lo que sentía en ese momento y todo fue fantástico. Con la persona
que compartí comida, cena y cama hubo bastante química como suelen decir. Nos
complementamos tan bien que parecía que nos conociéramos desde hace mucho tiempo.
Sobre todo me sentí cómodo a su lado, cobijado en sus brazos, recibiendo sus
caricias, sus besos… Esos labios son de los mejores que he probado desde que
aprendí a besar. Dejé a un lado mi pose de macho a lo “Superman” y me sentí
normal, terrenal y a la vez ascendido al espacio sideral tal como dice una canción del grupo Mecano; me sentí
agradablemente confuso.
Puedo decir con mucho orgullo que fuimos bastante osados al caminar por la calle juntos de la mano
y luego besarnos sin pensarlo, cosa que nunca antes había hecho. Por
lo general, un gay en Bolivia evita sus demostraciones afectivas en la calle. La
mayoría lo hace a escondidas por temor a recibir agresiones, sean estás físicas o psicológicas, ya que una parte de la sociedad es bastante retrógrada, como sucede en muchos países de América Latina. Sin embargo nosotros fuimos más allá y fue rara la sensación que tuvimos al
expresarnos libremente tal y como sentíamos, tal y como éramos. Hay que reconocer que tuvimos mucha suerte y que, a pesar de las miradas de reprobación y algunos insultos, la cosa no pasó a mayores.
Toda esta situación me ha
hecho reflexionar mucho pues existe un detalle importante... Este chico ha
pasado recientemente por una mala experiencia en la que le tendieron una trampa y le golpearon. Creo que, de algún modo, quedó
confundido con todo lo sucedido entre nosotros en tan corto tiempo. Pero mi corazón me dice
con certeza que a este muchacho le agradó demasiado lo que sucedió entre nosotros.
No puedo decir que estoy enamorado,
sería una falacia. Sin embargo lo que estoy sintiendo es muy fuerte y quiero
averiguar de qué se trata en realidad. Es una linda ocasión para emprender una discreta
relación de pareja, como la que he anhelado durante mucho tiempo. Esta vez pretendo
hacer las cosas bien, no precipitarme, dejar que las cosas fluyan de a poco,
mostrarme tal cual, conversar bien las cosas, seducirle aún más y jugármela.
Quiero saber qué es lo que puede nacer de todo esto… Tengo mucha fe en que esto
que estoy sintiendo me pueda proporcionar bastante felicidad y novedosas
sorpresas a mi vida. ¡Las cosas son tan complicadas aquí! Incluso conocer a
alguien para solo un rato es embrollado y no se de nadie que tenga pareja
estable. Internet facilita un poco las cosas pero, aún así, hay que ser precavido.
Hay que reconocer que nuestro
presidente Evo, tras alegar en una de sus ponencias que la existencia de la
calvicie en Europa, y de la homosexualidad en todo el mundo, son fruto de la
ingesta de alimentos modificados genéticamente, no nos ha puesto las cosas sencillas.
También situó la existencia de hombres homosexuales en todo el planeta como
consecuencia de una alimentación deficiente. Según él, todo se debe a la
ingesta de pollo criado en grandes explotaciones industriales, que estarían
cargados con hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos,
tienen desviaciones en su ser como hombres. Estoy a favor de respetar a la
"Pachamama", término indígena boliviano utilizado para designar el
concepto de Madre Tierra, pero no creo que el pollo y los transgénicos tengan
que ver con lo que siento. Por otro lado, en mi casa todos comemos pollo,
cuando se puede. ¿Soy más comilón que ellos?
Imagino que los ciudadanos
respetables, cuando nos vieron cogidos de la mano y besarnos, pensarían
inmediatamente que comíamos mucho pollo. ¡Me da igual…!
Mientras tanto me escucho a mí
mismo y lo que siento, y sé que es lo que debo hacer. Entre otras cosas no voy
dejar de comer pollo o gallina y creo que mi chico tampoco.
Me ha extrañado este relato y he comprobado si los comentarios de Evo Morales eran reales. Para mi sorpresa sí lo son.Estupenda crítica solapada acerca de la ignorancia, el poder político y las libertades individuales en todo en mundo.
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